Se trata del electrodoméstico que más consumo eléctrico tiene de nuestras casas, fundamentalmente porque está en funcionamiento las 24 horas del día. Es por esto que reducir el consumo de tu frigorífico es clave para conseguir una casa más eficiente y sostenible, por lo que hay que prestarle una atención especial. Reducir su consumo eléctrico es relativamente sencillo si sigues estos diez consejos que te proponemos.
- Planifica antes de abrir el frigorífico. Se acabó eso de quedarte mirando con la puerta abierta pensando qué coger. La puerta de este electrodoméstico debe abrirse las menos veces posible y por espacios cortos. La estrategia es clara, antes de abrir la puerta piensa: ¿Qué es lo que necesito?, ¿Dentro de unos minutos voy a necesitar algo más? Se trata de un segundo de reflexión a puerta cerrada. Hacerlo con la puerta abierta puede suponer un significativo aumento en el consumo.
- Cuando vayas a introducir un alimento en el frigorífico, procura que no esté demasiado caliente. Si no lo dejas enfriar antes estarás aumentando la temperatura interior por lo que el frigorífico tendrá que trabajar el doble. Lo mismo ocurre cuando quieres congelar algún alimento. Si utilizas está técnica, además de reducir el consumo energético, estás alargando la vida útil del frigorífico o congelador.
- La temperatura óptima del frigorífico suele ser de entre 3 y 5ºC y la del congelador de entre -18º y -15ºC. Temperaturas más bajas de las indicadas provocarán aumentos significativos innecesarios en el consumo eléctrico.
- Cuando vayas a descongelar algún alimento, es buena idea descongelarlo en el frigorífico. Hacerlo así supone no alterar las propiedades de los alimentos, derivadas de ser sometidos a grandes diferencias térmica. Además de que le darás una ayuda extra al frigorífico para mantener el frío sin aumentar su consumo.
- Mantenerlo en perfectas condiciones es otro punto importante para reducir el consumo. Acuérdate de descongelarlo si ves que tiene una capa de hielo en la resistencia. Si no lo haces estará aumentando el consumo de manera significativa.
- Su ubicación también es importante. Si es posible, no lo coloques en una zona en la que le dé el sol o cerca de una fuente de calor como puede ser el horno, la cocina eléctrica o un radiador. Necesitarías un consumo energético bastante mayor para mantener la temperatura.
- Sepáralo unos centímetros de la pared. Así permitirás que el calor que genera su funcionamiento se disperse y no afecte a su funcionamiento.
- Además, no olvides limpiar detrás del frigorífico. Es un electrodoméstico que necesita respirar y el intercambio de aire con el exterior debe ser adecuado.
- Si no vas a estar en casa durante una temporada es mejor dejarlo limpio, vacío y desenchufado para evitar consumo innecesario.
- Y por último, si tienes que comprar un frigorífico nuevo, te recomendamos que inviertas en electrodomésticos con sello A+++ siempre que puedas. Aunque sean algo más caros, ahorrarás durante su uso y contaminarás menos.
Son consejos no demasiado complicados de poner en práctica y que supondrán una reducción importante en el consumo eléctrico de tu frigorífico, por lo que no hay excusa.
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