Poco a poco y casi sin darnos cuenta, nos vamos adentrando en el invierno, una de las estaciones del año en la que más energía consumimos en casa, fundamentalmente por el alto coste energético de calentar nuestro hogar. Prepararnos para la llegada del invierno es importante para ahorrar en calefacción y así reducir también nuestra huella de carbono.
Hoy te traemos algunos consejos para que este invierno por fin consigas reducir tu consumo energético, ahorrando así en las facturas de suministro de calefacción y consiguiendo así también reducir tu huella de carbono.
Son sencillos consejos que no suponen importantes inversiones, sino pequeñas dedicaciones de tiempo o cuidado en el día a día. El ahorro en tu factura va a ser significativo, así que te invitamos a que los leas con detenimiento y este año des un pasito más hacia la eficiencia energética en tu casa.
- Cuando estás en casa, una temperatura de entre 19ºC y 21ºC es suficiente para mantener una sensación de confort en tu hogar.
Manteniendo esta temperatura, la reducción de gases de efecto invernadero puede rondar los 10 Kg de CO2 por persona al año. Equivalente a un viaje de 50 km en coche.
- Mientras duermes, no necesitas calefacción, apágala y, por la mañana, espera a ventilar la casa para volver a encenderla. Durante la noche una temperatura de entre 15ºC y 17ºC es suficiente para tener una sensación agradable.
- Además, no te olvides de programar adecuadamente el termostato. Las necesidades de calefacción no son constantes a lo largo del día. Regula una temperatura de 15ºC cuando te vayas a ausentar de tu casa durante unas horas y planifica bien los periodos en los que estarás en casa.
- Mantén la caldera en buenas condiciones. Su buen mantenimiento puede generar una reducción en el consumo de hasta el 15%.
- Pon “a punto” los radiadores. Es conveniente purgar el aire de los radiadores al iniciar la temporada de calefacción, por lo menos una vez al año. El aire que se acumula en su interior dificulta la transmisión de calor desde el agua caliente hasta el exterior. Debes sacar este aire, hasta que comience a salir agua para que el radiador esté completamente limpio.
6. No cubras los radiadores. Para una adecuada difusión del aire caliente, los radiadores no deben estar cubiertos por nada. De esta manera aprovecharás al máximo su calor.
7. Cierra los radiadores que no utilices, así estarás evitando que se calienten espacios de la casa que no usas y que no necesitas que estén a una mayor temperatura. Si lo haces, no olvides cerrar la puerta de esta estancia para mantener el calor del resto de los espacios de tu hogar.
8. Ventila tu hogar solo el tiempo necesario. Con diez minutos es más que suficiente, no necesitas más tiempo para renovar el aire. Y si puedes, hazlo a las horas del día menos frías.
- Cierra las persianas y las cortinas durante la noche, evitarás importantes pérdidas de calor.
- Revisa que los cajetines de las persianas estén perfectamente sellados y convenientemente aislados.
- Es importante detectar las corrientes de aire que puedan venir del exterior. Una buena manera de comprobarlo es utilizando una vela encendida un día de viento, acercándola a una ventana o a una puerta, si ves que la llama oscila es que hay una fuente de aire. Reducir estas infiltraciones de aire en puertas y ventanas tapándolas con masilla, silicona o un burlete puede suponer evitar importantes fuentes de pérdida de calor en casa.
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Como ves, ahorrar en calefacción sin perder confort es posible, simplemente tienes que poner un poco de atención tanto en las características de tu hogar como en tu manera de hacer.
Con un poco de cuidado y atención, este invierno verás cómo se reduce tu factura, además de conseguir reducir tu huella de carbono. Marca la diferencia.