¿Sabías qué? / Conceptos

¿Sabes qué es la economía circular?

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Durante los últimos dos siglos, la palabra desarrollo no ha ido ligada al concepto de sostenibilidad. Esta falta de equilibrio comienza a tener graves consecuencias. Transformar nuestro modelo en un sistema de economía circular es la clave para afrontar el cambio necesario. Y así, poder volver a estar en sintonía con nuestro planeta. Te damos unas pautas para entender qué es la economía circular.

¿No te has fijado nunca que en la naturaleza no hay residuos? La materia siempre fluye de manera natural. Cuando una hoja cae de un árbol, se degrada en el suelo. Su descomposición libera nutrientes que, al mismo tiempo, enriquecen el suelo. El mismo suelo que, de nuevo, alimenta a las plantas. El mismo suelo que también, además, da pasto para comer a los animales, quienes, a su vez, generan abono para el suelo. La naturaleza se retroalimenta de ella misma permanentemente.

 «En la naturaleza no existe el concepto de residuo,
todo residuo es un recurso»

Pero los seres humanos hemos construido un sistema excesivamente alejado del modelo natural. Materiales creados artificialmente a partir de recursos finitos, productos altamente ineficientes pensados para incentivar el consumo con vidas útiles excesivamente cortas.

Hemos creado un modelo de consumo fundamentado en el falso pensamiento de que los recursos y la energía son ilimitados, fáciles de obtener y que su uso no acarrea consecuencias medioambientales. Negando o minusvalorando las advertencias de los ecologistas.

Y desde ahí hemos desarrollado un modelo de economía lineal, basado en:

  • El crecimiento permanente.
  • Un consumo constante.

Modelo de economía lineal

Si a este sistema lineal le añades la insatisfacción crónica que se deriva del propio consumismo, el drama está asegurado. Esta ilimitada capacidad para consumir y generar residuos tiene graves efectos en la salud de nuestro planeta. Estos son algunos de los más evidentes:

  • Pérdida de la biodiversidad.
  • Agotamiento de los recursos naturales.
  • Incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Aumento de los niveles de contaminación (tanto del aire, del suelo como de los océanos).
  • Calentamiento global.

Son consecuencias que, de seguir así, pueden llegar a ser desastrosas para el desarrollo de la vida en el planeta.

La situación nos obliga a buscar una solución lógica y viable que permita la transformación del sistema productivo y de consumo actual en un modelo sostenible y eficiente. Y es ahí cuando comenzamos a oír hablar de la economía circular.

Se trata de  un concepto que está profundamente ligado al de economía sostenible y que lo único que pretende es que el valor de los recursos se mantenga vivo durante el mayor tiempo posible. Lógico, ¿verdad?

«Alargar la vida útil de los recursos provocando su
uso racional y eficiente»

Modelo de economía circular

Se trata de un sistema vivo que se retroalimenta, asemejándose al ejemplo que nos brinda la naturaleza. En él, el valor de los recursos se mantiene activo el mayor tiempo posible, reduciéndose, por tanto, la generación de residuos y fomentando la reparación y actualización de productos que se entienden obsoletos.

Pero pensar en cómo desarrollar este sistema nos puede llevar a la falsa idea de que tenemos que fijarnos y trabajar exclusivamente sobre el reciclaje de los residuos. Que está muy bien, pero no es suficiente.

El punto inicial de este ciclo reside en el diseño de los propios productos y servicios.

Los productos y servicios deben ser diseñados no solo en base a cuestiones estéticas, sino también en base a otros aspectos clave derivados de su posterior gestión. Los productos deben ser diseñados para:

  • Poder ser reparados fácilmente / Reparación.
  • Que se puedan actualizar, según las nuevas necesidades del cliente / Re-Adapatación.
  • Que, cuando ya no se puedan utilizar, sean fácilmente aprovechados en otros procesos productivos / Desmontaje y Reciclaje.

Cuando el diseño de los productos que consumimos tiene en cuenta estos conceptos, los siguientes eslabones de la cadena de la economía circular se desarrollan con mayor facilidad.

«El medio ambiente SÍ importa y debe ser tenido en cuenta a la hora de definir los procesos productivos. Medir los impactos ambientales a lo largo del ciclo de vida es fundamental»

Pero los modelos de economía circular no solo atienden al diseño. Prestar atención a cómo se desarrollan los procesos productivos es importante, y en base a esto, son fundamentales las fuentes de energía utilizadas. Para desarrollar un correcto ejercicio de economía circular, dichas fuentes de energía deben proceder también de fuentes de energía renovables. Utilizar fuentes fósiles (carbón, petróleo, etc.) nos haría salir del círculo y entrar de nuevo en ese modelo de economía lineal que liquida los recursos naturales del planeta. ¿Sabes que muchas veces los propios residuos tienen un elevado potencial para la generación de energía?

«La valorización de los residuos es otro de los puntos clave para el desarrollo del perfecto ejercicio de economía circular»

Además, existen otras pautas que permiten también cerrar el círculo de manera adecuada. Y todas ellas están en tu mano. ¿Sabes cuáles?

REPARA. Dale una segunda oportunidad a los productos estropeados.

REUTILIZA. Muchas veces los productos dejan de ser útiles para lo que los necesitábamos, pero quizá te puedan servir para otra cosa. Dale al coco a ver qué se te ocurre.

RECICLA. Cuando tengas algo que consideras que (ya) no te vale para nada, preocúpate en reciclarlo de manera correcta. Simplemente se trata de depositarlo en el contenedor adecuado o llevarlo al punto limpio más cercano. Con este sencillo gesto conviertes el residuo en un recurso.


Como ves, sustituir un sistema económico lineal por uno circular afecta de manera global a todas las partes involucradas en la producción y consumo. ¿Esto qué quiere decir? Qué hay una parte más global que afecta a las políticas económicas nacionales, pero (ahora viene la buena noticia) hay otra en la que nosotr@s, como consumidor@s individuales, podemos participar y redirigir.

Desarrollar unos hábitos de consumo responsable y alargar la vida de los productos y servicios que consumimos son la clave para alcanzar un modelo más eficiente y sostenible. ¿Te animas?

Si estás interesado en profundizar un poco más sobre la economía circular, te dejamos este vídeo de la Fundación COTEC para la innovación. Nos ha parecido muy ilustrativo e interesante, así que…

¡No te lo pierdas!

 

 

 

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