Nos pasamos en el trabajo la mayor parte del tiempo, aproximadamente un tercio de nuestras vidas. Esto hace que éste se convierta en un espacio clave a transformar, si lo que queremos es llevar una vida un poco más sostenible. Tenemos una buena noticia que darte:
Convertir tu espacio de trabajo en una oficina sostenible no es especialmente complicado
Pequeños cambios en los hábitos diarios y, simplemente, pararte a analizar tus compras y los productos que utilizas, pueden reducir significativamente la huella de carbono de tu oficina. Y si en tu pequeña transformación consigues implicar a tu equipo de trabajo y hacerle sentir parte importante de este proyecto, el éxito está asegurado.

Cada puesto de trabajo y cada empresa son muy distintos. Por ello, la mejor opción es, como siempre, que le des una vuelta. Deja que el equipo te de ideas. De esta manera conseguirás que el proyecto sea mucho más valioso y conseguirás una mayor implicación. Recuerda, muchas veces, el sentido común es el mejor consejero. No obstante, te damos unas cuantas sugerencias que pueden ayudarte:
1. Si tienes que comprar, elige equipos eficientes
Cuando tengas que comprar equipamiento nuevo, no te olvides de revisar el certificado energético. Seleccionar equipos ‘clase eficiente’ puede reducir considerablemente tu factura de la luz y, de esta manera, estarás además reduciendo tu huella de carbono. Asimismo, elige dispositivos multifunción, como impresoras con escáner y fotocopiadora. Ese tipo de dispositivos utiliza bastante menos energía que los equipos independientes. Además de reducir lo que, implícitamente supone la fabricación de varios dispositivos independientes en comparación con un único dispositivo.
2. Deja a un lado el ascensor
Invita a tus compañer@s de trabajo a dejar de lado el ascensor y subir por las escaleras. Los ascensores consumen una gran cantidad de energía a lo largo del año. Utilizar las escaleras, si el piso no es demasiado alto, te permitirá ahorrar una gran cantidad de energía, además de mejorar tu salud. Si tienes que visitar a compañer@s de trabajo en algún piso superior o inferior, acuérdate de ir por las escaleras, tu cuerpo y el planeta te lo agradecerán.
3. Apaga las luces
Apaga las luces de las salas y pasillos que no se estén utilizando. Es una buena idea que alguien asuma la responsabilidad de revisar el apagado de las luces cuando salís de la oficina. Aproximadamente el 40% del consumo eléctrico de una oficina típica viene derivada de la iluminación artificial. Intenta aprovechar al máximo la luz natural, que tiene, además, innumerables ventajas también a nivel ‘salud’ y ‘motivación’. También es una buena idea cambiar las bombillas tradicionales por bombillas led o de bajo consumo. Sobre todo, en aquellas zonas en las que las luces están más tiempo encendidas. Otra muy buena opción es, en lugares de paso, colocar sensores de movimiento que enciendan las luces solo cuando detectan una presencia y se apaguen automáticamente cuando no hay movimiento. Al respecto de este consejo, es importante que impliques a tod@s tus compañer@s. En su éxito es fundamental un trabajo colaborativo.
«Intenta aprovechar la luz artificial y sustituye tus bombillas por unas de bajo consumo»
4. Revisa la configuración de tu ordenador
Los ordenadores también son una gran fuente de consumo energético. También poseen importantes opciones en su configuración que pueden reducir de manera significativa su consumo, sin que ello te suponga ningún perjuicio. Por ejemplo, te proponemos:
- Ajustar el brillo de tu pantalla. Un brillo medio puede ser suficiente y reducirás así el consumo.
- Seleccionar un protector de pantalla en negro para reducir el consumo cuando no lo estés utilizando.
- Apagar el ordenador cuando te vayas a comer. Si no puedes apagarlo del todo, por lo menos apaga la pantalla, que es uno de los periféricos que más consume.
- Y por último, pero súper importante… Optimizar las opciones que el propio ordenador te da en su configuración para programar un modo de ahorro de consumo. De esta manera, podrás reducir su consumo sin prestarle demasiada atención. Te dejamos este enlace a la página de la Universidad Politécnica de Valencia en el que podrás encontrar con detalle los pasos a dar para modificar la configuración en los distintos sistemas operativos.
5. Evita imprimir
Trabaja todo lo que puedas con documentos digitales. El objetivo es evitar, en la medida de lo posible, los documentos en papel. De esta manera, no solo estaremos reduciendo significativamente el consumo de papel, sino también la tinta y el consumo derivado de todo el proceso de impresión. Se trata de un aspecto importante para convertir nuestro espacio de trabajo en una oficina sostenible. Ten en cuenta que para compartir documentos, es mucho más sencillo tenerlo digitalizado facilitando la comunicación, la transparencia y el trabajo en equipo. Revisa tus hábitos a la hora de imprimir y el protocolo a la hora de almacenar documentación. Sustituye el almacenaje en papel por un almacenamiento digital. El acceso a la información será mucho más sencillo, estarás también ahorrando espacio. Eso sí, acuérdate siempre de hacer copias de seguridad de todos tus archivos.
«Revisa tus hábitos a la hora de imprimir y el protocolo a la hora de almacenar documentación»
6. Y si finalmente tienes que imprimir…
Acuérdate de los siguientes consejos:
- Utiliza las dos caras del papel. En el caso de que el documento con el que vas a trabajar no puedas imprimirlo a doble cara, cuando ya no te sirva, no lo tires a la papelera, utiliza el lado en blanco como papel en sucio para tus borradores o apuntes.
- Imprime, siempre que sea posible en blanco y negro. El consumo de energía es bastante inferior cuando lo haces así.
- A la hora de imprimir, hay impresoras que tienen la opción de impresión en modo económico. Podrás encontrar esta opción en el apartado “Opciones de Impresión” al acceder al dispositivo.
7. Recicla
No lo olvides, por favor, ¡¡¡recicla!!! En una oficina se genera una gran cantidad de residuos. Normalmente casi todo es papel, pero también existe la posibilidad de que generes algún tipo de plástico o incluso orgánico, si eres de los que acostumbra a comerse una pieza de fruta en su puesto de trabajo. Instala cubos de basura específicos para cada tipo de residuo: papel, envases y orgánico. Además, puede ser que en la oficina tengas cocina, por lo que, quizás, pueda ser interesante instalar también un cubo para el vidrio. Infórmales a tus compañer@s de la instalación de estos cubos y explícales cómo utilizarlos. Hazles partícipes de la iniciativa. Para residuos más complejos como el tóner, los cartuchos de tinta o los equipos informáticos, hay empresas que se encargan de su gestión. Investiga en tu zona cuáles te pueden ayudar.
«Con cada tonelada de papel reciclado, estás evitando la tala de 17 árboles y el malgasto de 26.500 litros de agua»
El reciclaje ayuda a eliminar riesgos elevados de contaminación del agua y del aire. Además, reciclando estarás contribuyendo a evitar la saturación de los vertederos. Esto es especialmente importante cuando hablamos de componentes electrónicos y baterías que contienen agentes químicos de alto riesgo de contaminación.

8. Evita el consumo fantasma
El simple hecho de que los aparatos estén conectados a la red, genera un consumo energético innecesario. Es lo que conocemos como “stand by”. Supone un importante consumo fantasma. Para evitar este tipo de consumo puedes instalarte una regleta “anti stand by”. Si no tienes una de esas regletas, simplemente acuérdate de desconectar la que tengas cuando te marches y enchúfala al llegar por la mañana. Este gesto puede resultar un ahorro significativo al finalizar el año. Al mismo tiempo, estarás avanzando en tu propósito de conseguir una oficina sostenible.
«Evitar el consumo fantasma de tus equipos puede suponer un importante ahorro energético. Es un punto importante para transformar tu oficina en un espacio más sostenible»
9. Regula correctamente el termostato
En las oficinas, uno de los mayores consumidores de energía son los aparatos de calefacción y aire acondicionado. Mantener una temperatura estable y adecuada durante todo el año es fundamental para reducir tu huella de carbono. Una temperatura de 24ºC en invierno y de 20ºC en verano, puede suponer un ahorro significativo. Te ayudará a ser un poco más sostenible.
«Se estima que cada grado extra, tanto de calor como de frío, supone un incremento en el consumo de un 7%»
10. Programa tus viajes solo cuando sean realmente necesarios
En la actualidad, tenemos innumerables medios tecnológicos para poder trabajar a distancia con nuestros compañer@s, clientes o proveedores, asi como si lo hiciésemos en la misma sala. Utiliza las herramientas que tengas a tu disposición para evitar viajes innecesarios. Puedes echar mano de videoconferencias, correos electrónicos, teléfono, videollamadas, etc.
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Como puedes comprobar, ninguno de los consejos que te planteamos para conseguir una oficina sostenible es demasiado complejo. La idea fundamental es que hay que ponerle un poco de cabeza y ser un poco flexibles para cambiar algunos hábitos adquiridos. Al principio el esfuerzo será mayor. Cuando consigas interiorizar alguno de ellos, todo será mucho más sencillo.
Y, como siempre te decimos, el simple hecho de haber leído este artículo ya es un gran paso hacia adelante.
¡Gracias!